Aprovechando un residuo como es el aceite usado en los hogares (esencialmente aceite de oliva y/o girasol) aprendemos a elaborar un jabón para lavar la ropa. Para mejorar nuestro jabón le podemos añadir algunas plantas del entorno a través de una infusión y con el uso aceites esenciales. Una vez confeccionado y curado, mediante diferentes procesos y aditivos naturales, podremos elaborar distintos tipos de detergentes para nuestra lavadora, mejorando nuestra fórmula original.
Para la realización de la fórmula utilizar olla/cazo porcelánico, vidrio, acero inoxidable o plástico resistente al calor.
El uso de la batidora nos va a facilitar el trabajo, ya que con ella se alcanza el punto de cuajo o traza en cuestión de minutos (recordar que nuestras abuelas se pasaban varias horas agitando la mezcla hasta que cuajaba).
El uso de la sal en esta receta hace que nuestro jabón sea más seco, con lo que conseguiremos que se ralle y se disuelva en la lavadora con más facilidad.
Nunca utilizar recipientes o utensilios de cobre, hierro o aluminio (reaccionan con el hidróxido sódico).
La sosa (hidróxido sódico), una vez se mezcla con el agua alcanza temperaturas elevadas (entorno a los 80º C).